La primavera recién empieza, el verano asoma lejos y la crisis hídrica comienza a preocupar a varias poblaciones de Córdoba que desde hace años padecen más las sequías por su impacto en los servicios de agua potable.
La merma de caudales de agua se ven en ríos, embalses y napas. Pero también en plantas potabilizadoras y pozos de extracción. El estado de alerta se encendió ya en las regiones de Sierras Chicas y en el sur del valle de Punilla, con restricciones o cortes de agua de red y pedidos de bajar los consumos.
Si las lluvias no aparecen, la época estival verá agravar esos cuadros: habrá aún menor caudal disponible pero con mayores consumos.
EN SIERRAS CHICAS
En Sierras Chicas, las cooperativas que proveen de agua potable alertaron sobre la bajante en la provisión de agua. En el caso del dique La Quebrada, en Río Ceballos, este lunes presentaba una bajante de 6,30 metros del nivel del vertedero. “Estamos en una situación como en los peores años de crisis, con bajantes históricas como la del 2014. Si seguimos con esta sequía, en enero estaremos a 15 metros y sería récord”, advirtió Miguel Martinesi, gerente de la Cooperativa de Obras y Servicios de Río Ceballos.
También planteó: “Todavía no tuvimos una seguidilla de días de calor y sin embargo la planta de La Quebrada está trabajando al 100% por la demanda”. Y advirtió que “cualquier inconveniente en la planta, en el sistema de distribución o en el agua que viene de La Calera” generará consecuencias en Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza.
Martinesi señaló que la mayor preocupación es la falta de lluvias. Además de bajar la disponibilidad, se deteriora la calidad del agua, dijo.
“Les recordamos a los vecinos que ante esta situación hay que ser solidarios y cuidar el agua”, pidió el gerente de la cooperativa, para reclamar que se cuide el uso.