Fueron 12 horas de debate y discusión en el recinto de sesiones de la Cámara de Diputados, en medio de un clima enrarecido por la violencia que ganó las calles durante la extensa jornada de ayer, pero finalmente el Gobierno logró aprobar la reforma previsional con 129 votos a favor y 117 votos en contra, y 2 abstenciones.
La votación tuvo lugar a las 7:13 y a las 7:20, por pedido del presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri. Se votó un cuarto intermedio hasta las 17 de hoy, para continuar con la agenda parlamentaria dispuesta por el Gobierno en sesiones extraordinarias.
En cuanto a la reforma previsional, la sesión especial estaba prevista para las 14 de ayer y, minutos después, Cambiemos logró el quórum con 130 diputados sentados en sus bancas, pero el debate estaba lejos de comenzar. Los incidentes fuera del Congreso y la reunión entre representantes de la Casa Rosada y los gobernadores para garantizar la aprobación de la norma convulsionaron los ánimos del resto de la oposición (Frente para la Victoria, Frente Renovador e Izquierda), que se encargaron de presentar una cuestión de privilegio tras otra.
Así fue que pasaron cinco horas -con un cuarto intermedio de media hora- hasta que finalmente, a las 19:06, con un dilatado discurso de Eduardo Amadeo leído entre insultos, empezó el debate por la iniciativa que cambia la fórmula jubilatoria.
Hasta aquí la sesión ya era lo suficientemente extensa. El cansancio era visible entre la mayoría de los diputados, pero todos eran conscientes de que todavía faltaba la parte más ardua. Los más optimistas esperaban una votación a las 2 de la madrugada, pero teniendo en cuenta que a la 1 restaban 94 oradores se calculaba que el debate se prolongaría hasta las 8.
Pasadas las 6 de hoy comenzó el tramo final de las exposiciones, cuando tomó la palabra -nuevamente- Graciela Camaño como presidenta del bloque Frente Renovador. Le siguió el titular del bloque Justicialista, Pablo Kosiner, y el presidente de la bancada del FPV, Agustín Rossi, que propuso un minuto de silencio por las víctimas fatales de la represión y los incidentes del 19 y 20 de diciembre de 2001.
“Va a empezar una resistencia pacífica. Imagine que si hoy hubo cacerolas, mañana va a haber más cacerolas. Todos sabemos cómo evolucionan estos procesos en la sociedad argentina”, señaló el dirigente kirchnerista.
A su turno, Mario Negri, en representación de Cambiemos, planteó que la “oposición responsable no reparte fósforos a los que se anden con nafta” y pidió iniciar la votación.
Cómo sigue la agenda parlamentaria
Aunque probablemente la reforma de los impuestos no convoque las movilizaciones de los últimos días, es otra ley troncal para la Casa Rosada y el debate será muy peleado y prolongado. Ocupará todo el martes, por lo menos, cuando estaba previsto tratar en comisión el Presupuesto, lo que no será posible.
Al no poder discutir las dos normas en simultáneo, la comisión de Presupuesto quedó pospuesta para el miércoles. Y el tratamiento será el jueves, que, al tratarse de la “ley de leyes”, la expectativa es otra sesión maratónica, que terminará en la madrugada del viernes.
En Cambiemos ya están mentalizados para estirar el debate de hoy. Es más, algunos dentro de la bancada lo reconocen como estrategia. Querían cansar al Frente para la Victoria, que utilizó todas sus fuerzas para hacer caer la sesión argumentando que el clima en las calles así lo pedía. Ahora, consideran que ya dan la votación por perdida y las voluntades para retomar la batalla desde los micrófonos no es la misma.
A esto hay que sumarle las masivas movilizaciones que llegaron a las puertas de la Cámara. En un principio la intención era acortar la cantidad de oradores pero luego decidieron que hablaran los 94 para extender el debate y que la situación en las calles se diluyera, aunque la estrategia no tendría mucho éxito: en la zona del Congreso hay al menos tres cuadras de gente que se acercó con cacerolas, bombos y banderas.
NOTA: Infobae.com